miércoles, 1 de diciembre de 2010

Precio y calidad: Hamburgesas caceras

          Hoy inauguramos la sección "precio y calidad", en la que sugerimos recetas, consejos, técnicas o cualquier otro recurso que permita lograr productos más baratos y más sanos que los elaborados. Elegía arrancar con las hamburguesas de carne `picada, que tiene un gusto totalmente diferente a las congeladas de los supermercados.


"Precio y calidad"
         La idea es retroceder en la cadena de elaboración de un producto, dependiendo cada vez menos de empresas y logrando no sólo reducir los costos, sino logrando una relación diferente con la comida y lograr que esta sea más natural.
        Para que se entienda: uno puede comprar una comida hecha, envasada, enlatada, ignorando completamente cómo se hizo; otra opción es prepararla a partir de ingredientes comprados, pero hay una tercera posibilidad: elaborar esos productos con los cuales luego preparamos esa comida.
       Con esto no se quiere decir que uno debe tener una vaca en casa para sacar la leche o tener un campo para cosechar sus verduras -que de todas maneras podría intentarse- sino realizar pequeños actos que, si bien llevan un poco mas de tiempo y trabajo, nos dan cierta autonomía, cierta conexión con los alimentos, los cuales son de mejor calidad.
       El primer recurso que traigo es la de realizar nuestras propias hamburguesas, que si bien no es la  receta más representativa de la sección, es una de las que más se evidencia las diferencias con las compradas, son mucho más sanas y ricas. Una vez que se siente el gusto a carne que tienen, no se vuelve a las envasadas, uno se da cuenta que están hechas de cualquier cosa menos carne vacuna.

Hamburguesas de carne picada
      Lo único que hay que hacer es saborizar la carne picada (preferentemente "especial", que sea magra, o sea, con muy poca grasa) con hiervas, verduras, condimentos, semillas, etc..  Pongo las cantidades para un kilogramo de carne, es un aproximado pues depende del gusto de cada uno; utilicen las que les gusten.
       En cuanto a las verduras, se puede agregar cebolla  (una grande), zanahoria (dos) y ajo (dos dientes); pueden ir picados o rayados, según guste. Otra posibilidad es usar la parte verde de la cebolla de verdeo o del apio picada bien finita.
        Condimentar con sal y pimienta, luego los que más nos gusten, puede ser ají molido, pimentón, comino, mostaza.
       Incorporar hiervas frescas (o secas), bien picadas, las mas comunes son: perejil, orégano, tomillo, romero.
         Es una buena oportunidad para incorporar semillas, preferentemente recién molidas, peor sino también pueden ser enteras. Cualquiera sirve, a mí me gusta mucho el gusto que el sésamo le da a la carne picada. Si no se la hace enseguida, también se puede agregar un poco de avena.
         Si se la trabaja un poco con las manos, mezclando y amasando, -y si es posible con un poco de frío-, no requiere utilizar huevo para unir.
         Otra de las grandes ventajas de esta receta es que perfectamente puede congelarse. Para hacerlo, primero se deben hacer por separado en una placa, una vez que se endurece de los dos lados, ya se pueden meter todas juntas en una bolsa para freezer.
        


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