Soufflé de zapallo

Soufflé de zapallo

        Esta es una verdadera receta sana y súper fácil, pues la única dificultad que podemos encontrar es en batir los huevos a nieve, que incluso podría reemplazarse por otro producto. Un muy buen acompañamiento (ideal para cuando hay mucha gente) que tiene todo el sabor del zapallo y aquello con lo que lo condimentemos; muy interesante recurso nos permite reciclar un puré viejo.

         Podríamos decir que son sólo tres pasos. El primero sería la realización del puré, etapa clave, pues es el momento en el cuál se le da el sabor a la preparación. Hay varias técnicas que podemos usar para este fin. A la hora de hervirlo, podemos agregar hiervas como laurel o romero a la cocción, o agregarle otras verduras como apio o cebolla y luego utilizar esa agua como base de un caldo.

Una vez que ya está colado y nos disponemos a preparar el puré, también se puede saborizar: además de salpimentar, podemos sumar hierbas como tomillo, aceite de oliva (yo no lo considero necesario), pimentón o queso rallado.

       Luego, con el puré frío o tibio, debemos batir a punto nieve dos o tres claras de huevo (la mejor forma que encontré, o la que mejor me resultó, es en vez de pasarlo de mitad a mitad de la cáscara, hacer lo mismo pero con las manos); para batir, utilicen un batidor de repostería o dos tenedores juntos.

       Si no tienen experiencia, este segundo paso puede parecer una acción que represente cierta dificultad, pero no es tal, simplemente hay que batir, batir y batir mientras se va convirtiendo en una espuma blanca cada vez que sólida (en concina, siempre marcan como referencia que podés volcar el bol en tu cabeza y, por su nueva composición, no debería caerse; no es necesario exponerse a esa situación traumática, sólo corroboren que tenga cierta estructura, que al dividirla no se una, pero no cambia mucho el punto.

      También se puede hacer con salsa blanca o con huevo, con yema y sin batir, a mí me gusta esta receta que les estoy mostrando pues es la más sana, la más esponjosa y la que mejor respeta el sabor del zapallo o la calabaza.

       Luego hay que mezclar ambas cosas agregando la nieve por partes y realizando un movimiento con la espátula desde el centro hacia los costados, de tal manera que el zapallo vaya envolviendo a las claras. Si se quiere, se puede agregar queso, pan rallado o semillas por encima para que forme una capita.

       Finalmente, se lo lleva a un horno no al máximo (yo lo hago a ojo y con mi horno de siempre, que ya lo conozco, cuando uso el eléctrico, que te deja usar la temperatura, va a 180º).

      Sólo va a crecer un poquito, debemos ver que esté sequito y dorada la capa superior, se hace relativamente rápido, es difícil que quede crudo, pues sólo hay que cocinar el huevo, por lo que entra en juego el gusto de uno (para ver como está, clavar un tenedor hasta el fondo y levantas)