Hoy propongo una de las tantas posibilidades de preparar calabaza rellena. En este caso, a partir de una especie de humita, pero que lleva mucho menos trabajo. Una receta rica, con mucha verdura y que te da la posibilidad de preparar temprano y darle un golpe de horno y terminar de cocinarlo al memento de la comida. Por un lado, hay que hervir una calabaza o zapallo (se saca un poco antes de loa acostumbrado para que tenga cierta resistencia). Cortar la cocción con agua fría (ponerla debajo del chorro de la canilla por un tiempito) y dejar secar. Lo más común es ahuecarla un poco más (para no sólo usar el lugar donde se encuentran las semillas), es un trabajo muy sencillo que se hace con una cuchara.
La de la foto, la hice como parte de la preparación de un caldo, así que tomó todo el gusto de las verduras, es un buen recurso para saborizarla y para ahorrar tiempo y trabajo.
El relleno comienza con una base de cebolla, ají y ajo (esta última vez le agregué apio) bien picados, como ya se explicó antes, sartén bien caliente, gotas de aceite de oliva o rocío vegetal (en este caso, correr del fuego por seguridad), bajar al mínimo, incorporar las verduras, salar e ir revolviendo cada tanto para que, en forma pareja y sin pegarse, se vaya trasparentando.
Una vez listo, se agrega el resto de la verdura: tomate crudo cubeteado (lo ideal es pelarlo, para eso se sumerge un minuto en agua hirviendo y así se separa la piel) y choclo cocido (picado, machacado o procesado; lo que yo hago es cortarlo con un cuchillo filoso haciéndole dos pasadas a lo largo, así cada grano se parte a la mitad y puede separarse la cáscara), se puede reemplazar por un lata de choclo cremoso y tomates en cubos, pero siempre conviene usar productos frescos: También se puede incorporar los restos de puré de zapallo.
Una vez incorporado eso se sube el fuego y se va revolviendo (no todo el tiempo, cada tanto). Con el movimiento se van mezclando los sabores y se van rompiendo todavía más. Mientras tanto se vuelve a salar (por los nuevos ingredientes) y se puede sumar pimienta y alguna hierba fresca a gusto. Le da muy buen sabor agregarle, una vez que está listo, hojas de albahaca recién cortadas (un poco, con la mano), sólo hay que revolver un poco y el mismo calor de la preparación las ablanda.
Llega un punto que se vuelve una especie de salsa o guisito liviano; para lograr más cremocidad, se puede agregar maicena (una cucharada chica diluida en agua, vino o caldo), leche y/o queso mantecoso, esto es opcional y depende del gusto de cada uno.
Por último, se toma el zapallo, se lo sala (también se pueden agregar otros condimentos o hiervas) y se rellena con la preparación. Si un quiere, se puede poner queso mantecoso o rallado por arriba para que luego se derrita, sino llevarlo directamente a un horno fuerte por unos minutos (si no hay nada para gratinar, sólo se hace para que se caliente y la calabaza tomo un poco del sabor del relleno).
Muy buena receta!!
ResponderEliminarme encanto la hacia una amiga que tiene 82 añitos nada mas muy buena gracias me gusto su pagina !!!
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