Para romper con la hasta ahora absoluta hegemonía de los salados, en esta oportunidad quería mostrarles este muy rico, fácil y sano postre, uno de los pocos que, si ya aprendimos a disfrutar de los sabores “naturales” de las frutas (dulces de por sí), no requiere el agregado de azúcar.
Es sorprendente la cremosidad que logra este postre, no nos equivoquemos epnsando que es un simple helado “de agua” con un leve gusto a fruta, es un señor helado.
Antes que cualquier otra cosa, nobleza obliga, debo decir que esta es una receta que había empezado a hacer y después desapareció de mi memoria y pasaron años sin que la haga (suena raro, pero suele pasarme con algunas comidas); pero hace un tiempo vi que la mostraron en el programa “cocineros Argentinos”, emitido por la Televisión Pública y desde ahí volví a prepararla y a expandir las posibilidades a partir de combinar otros ingredientes.
En el programa, la había realizado en base a frutas bien específicas como pueden ser frutillas o bananas, yo estuve probando bastante y utilicé de todas las frutas que se podrían encontrar, de las que había en temporada, de las más económicas., etc. (seguro mandarina, naranja, manzana, uvas, duraznos, pera, sandía).
Basta de introducciones, empecemos a cocinar. Primero debemos pelar las frutas y cortarlas en cubos pequeños. El tamaño depende de las características de la fruta: cantidad de agua, estructura (la naranja, por ejemplo, se divide en gajos), etc, aunque con las fotos puede tenerse una idea, además, lo que influye principalmente es en el tiempo que demorará.
Luego debemos llevar este producto a congelar. Lo más recomendable es distribuirlas en una placa y en escasas horas queda duro como una piedra; si queremos guardarlo para otra día, tras este paso (no en lugar de) debemos ponerlas en las bolsas que ya vienen para Freezers.
Una vez que ya estén duras, debemos sacarlas fuera del frío para que no estén tan duras, lo que nos permitirá mayor cremosidad y no arriesgará la procesadora.
Como acabamos de anticipar, el último paso es procesar todas las frutas. Suele costar hasta que arranqué, pero después se desenvuelve sin ningún inconveniente. Una vez probé, para facilitar el trabajo de la máquina agregarle un poquito de jugo de las frutas, el mismo que se generó mientras las pelaba y las cortaba. El agregado de azúcar depende exclusivamente del gusto de cada uno.
Así de fácil. Prueben con alguna fruta que les gusta (o con supremacía de esta y acompañada con otras como naranja o manzana para “engordar”). Quedaran muy contentos con el sabor y la textura de la receta. Luego pueden ir probando de agregar otros recursos, yo por ejemplo en una oportunidad le agregue leche congelada (arme cubitos, como los de agua), que le dio mayor cremosidad pero, como se suponía, atenuó el sabor de las frutas. Otra opción, por ejemplo, es servirla como se ve en al foto, con cereales, semillas o frutos secos.
Les dejo un par de fotos de la última prueva que hice, donde aproveche unos duraznos que estaban en la última (trate de arrastrar la cuchara para que vean la textura, no creo que se vea bien):
Les dejo un par de fotos de la última prueva que hice, donde aproveche unos duraznos que estaban en la última (trate de arrastrar la cuchara para que vean la textura, no creo que se vea bien):
Hola, lo probé con sólo dos frutas y la de verdad quedó como una crema.
ResponderEliminarBuena receta!!