jueves, 30 de diciembre de 2010

Precio y calidad: puré de tomate

     Hace un par de semanas que los tomates viene estando muy baratos y de buena calidad (lo que marca las ventajas de consumir vegetales cuando están en temporada), por lo que se me ocurrió comprarlos y traerles esta receta, que antes se hacía todo el tiempo en las casas pero ahora se opta por la comodidad de los tetrabrick. Con un poco más de trabajo, podemos lograr una comida mucho más sana, que luego pueda servirnos para mejores salsas y guisos.


Lo primero que hay que hacer es lavar bien los tomates (si es mucha cantidad, como en mi caso, lo mejor es meterlos todos en la bacha y dejar que el agua corra y los sumerja, y mientras los vamos sacando lo repasamos con la misma mano).


Luego, viene el momento de pelarlos. Lo más recomendable es realizarle un corte en forma de cruz en su base y pasarlos unos segundos por agua hirviendo, lo que hace que se separe la piel y se pele mucho más fácil. En esta cantidad de agua, los tomates que vayamos agregando le bajarán al temperatura al agua, por lo que recomiendo una olla grande y antes de ponerlos, dejarlos un tiempo en la mesada para que se sequen (por eso la foto anterior)









El penúltimo paso (ven que pocos que son), es trozarlos y sacarlas las semillas y el líquido que las contiene, pero cuidado de no hacerlo en exceso (como muchos hacen), yo prefiero (y recomiendo) dejarle alguna semilla de más que desperdiciar la parte blanquita del tomate, la que está en el centro, que suele ser la más sabrosa.

Una ver pelado y sin semillas, sólo falta picarlo muy muy chiquito o procesarlo (yo hago ambas, pico a cuchillo uno o dos y proceso el resto, así cada tanto se encuentra un pedacito).

Si optan por la segunda y le cuesta que arranque, se puede usar un poco de caldo, pero hay que saber que perderá su color (ya inicialmente no tiene ese rojo intenso de los enlatados, lo que no habla mal de esta receta, sino que nos debería hacer pensar que traen los pre elaborados).

Y ya está listo. Ahora se puede guardar (en la heladero o en el freezer, porque se congela sin problema) y luego utilizarlo para salsas, tucos, guisos, o la receta que lo requiera. Una recomendación: usarlo así como está, crudo, con ajo y unas gotitas de aceite, para acompañar carnes rojas.

Mi recomendación es que cuando vean que están muy baratos, al principio del verano, compren mucho (no me traje todo eso de una, sino que fueron tres visitas a la verdulería), se tomen un sábado y preparen como para tener por un muy buen tiempo.

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