Arroyado de verdura: una vuelta de tuerca a la pascualina

Arroyado de verdura

Hay momentos en casa en que somos demasiados y debemos hacer dos tartas para una misma comida; esta receta surgió de un momento así, donde decidí ver qué podía cambiar en la segunda pascualina. Fui agregando y cambiando cosas y llegamos a esto: un enrollado a base de las verduras más comunes, con un relleno suave y húmedo y que queda realmente muy rico a cualquier temperatura: recién sacado del horno (bien bien caliente), tibio (como solemos comerlo) o frío al otro día. La masa puede ser amasada por nosotros mismos, pero también existe la opción de utilizar una tapa de tarta comprada.

 Sigo probando si queda mejor las fotos acompañando la descripción de la receta o todas al final para no quitarle lugar. Hoy elijo la segunda.

El primer paso, ya recurrente en las recetas que publico, es hacer una base a partir de verdura picada rehogada (o dorada, o salteada; los uso como sinónimos aunque presenten diferencias) en sartén: comienzo con ají y cebolla, enseguida unas ramitas de apio,  y al rato agrego cebolla de verdeo y/ o puerro y termino con ajo.

A esto le agrego una buena cantidad de zanahoria rallada (no la agrego picada con el resto porque de esta manera logro que se forme una especie de pasta que la hace mucho más suave, pero respetando el dulzón característico; algo similar a lo que pasa en la humita con el zapallo) De igual manera que con los anteriores, se agrega sal para que sude.

            Al poco tiempo, cuando vemos que perdió la rigidez, agregamos la acelga hervida y picada. Subimos el fuego, y revolvemos un par de veces. Mientras tanto, podemos condimentar con sal (si hace falta), pimienta y nuez moscada. Dejamos enfriar. Opcional, podemos agregar huevo picado y queso rallado.

            Por cómo se cocinó, perfectamente puede cerrarse de esta manera, sin embargo se puede agregar alguna preparación o ingrediente para suavizar aún más y unir la mezcla. Puede ser: queso blanco, salsa blanca, claras batidas a nieve o simplemente huevo. En este caso, usé un huevo y una cucharada cargada de salsa blanca que me sobró de otra preparación (sino es difícil que la haga especialmente y le sume).

                En cuanto a la masa, yo suelo usar una receta que es muy similar a la del pan pero con menos levadura y con un chorrito de aceite; se pueden buscar masas para calzón, etc.; me pareció más interesante usar la misma masa que compramos para hacer las tartas así pueden hacerlo aquellos que no quieren o no se animan a amasar (aunque continúo con la invitación de que lo hagan)

                Simplemente hay que estirar un poco con las manos y luego ir dándole forma con un palo de amasar (se apoya en el centro y avanza hacia un costado, se hace lo mismo hacia el otro y se repite el proceso hasta que quede como lo deseamos; al final, se puede estirar un poco en sentido vertical, para mejorar su forma). Es realmente sencillo de hacer, en la foto se ven quebradas las puntas peros se debe a que la masa quedó mal cerrada y se secó un poco; ustedes no deberían tener problemas.

                Luego se debe enrollar, lo conveniente es dejar un borde en los cuatro lados y mientras vamos girando la masa, en cada vuelta doblar hacia adentro ese borde de lo que podríamos llamar los costados, de tal manera que el mismo rollo va aplastando ese pliego y no hay manera que escape el relleno.

                Como verán en la foto, aproveché para cubrirlos con algunas semillas, que como ya dijimos son muy sanas y además se doran y quedan muy lindas y vistosas.

                Lo apoyamos sobre la placa donde vamos a cocinarlo, la cual conviene que cubramos con rocío vegetal para que no se pegue.  Yo suelo llevarlo un rato al frío, no sé si eso ayuda a que no se me abra, ustedes vean, son esas cosas que se hacen más por creencia o costumbre que por conocimiento (como agregar un chorrito de soda a los buñuelos).

Otra posibilidad, aún más simple, es hacer un calzone o empanadón y listo; sepan el gusto no es exactamente el mismo por el juego de masa, relleno; masa, relleno; etc;. El repulgue en la foto se ve feo, lo sé, pero hace un tiempo que decidí hacerlo así porque me parece más vistoso y es más fácil para cocinar y para quitarle la masa si alguno desea hacerlo. Si lo hago para gente que no tengo tanta confianza, hago el repulgue lindo; si es para mí o mi familia, hago este que me gusta; cualquier cosa digan que es “rústico”, como se justifica en la comida gourmet.

                Se pone a precalentar el horno bien fuerte, se lo baja (en mi horno es “a ojo”, en el eléctrico entre 180º y 200º) y se cocina hasta que esté dorado.

                Sólo falta probar este muy rico plato.

Prueben y comenten!!

Si la explicación es complicada, tal vez la secuencia en fotos ayude: